





Éste es un plan que inspira esperanza dentro de la desesperación. Los partidarios del Congo (RDC), esta meseta internacional, propusieron a Joseph Kabila una vía de salida, puesto que la evolución de los hechos va unánimemente a su desfavor, aunque la espera de las elecciones a final de diciembre de 2017 se está quedando como una utopía.
Estos actores de la escena internacional, con un corazón grande y de poca compasión con aquellos que les apoyaron en su imperialismo, habrían propuesto a Joseph Kabila optar por retirarse de la presidencia. En contrapartida, se le garantizará una protección para el día siguiente a su demisión. Tendrá que elegir un país como asilo donde va a seguir viviendo feliz, gozando de aquellas riquezas que acumuló ávidamente durante muchos años.
No obstante, Joseph Kabila cuyo apetito del poder y de las riquezas mal adquiridas es insaciable, prefiere morirse en los campos de saqueo de riquezas naturales de la RDC, negando así toda eventualidad de dejar el país y de alejarse de él. Mientras tanto, está buscando imponer su tiempo: Joseph Kabila exige que se le erija una superficie del territorio nacional tanto amplio como un Estado minúsculo en el seno del Estado. Allí tendrá que ir a vivir con un número de más o menos 1500 militares de su guardia privada, armados fuertemente, llevando consigo a todo el arsenal importante del ejercito del país. ¿Y esto para qué?
Entonces está trabajando duro para delimitar el territorio que le tocará seguir gestionando en la parte Este del país poniendo las barreras virtuales de manera a incluir la antigua región del Kivu, de Tanganyika y la antigua Provincia Oriental.
La ejecución o materialización de este plan, a lo más tarde, sería para el final del mes de octubre o noviembre de 2017. Joseph Kabila busca su apoyo en los esfuerzos de algunos generales corruptos del ejército congoleño FARDC (como el general Mundos, del entorno del cual recibimos esas informaciones, con los demás como Delphin Kahimbi, Olenga, John Numbi, Gabriel Amisi, Rugahi, Bonane, y toda la gama de oficiales ruandófonos que patrocinan el ejército congoleño) y deben colaborar con el gobierno ruandés (principal pilar de la maquinación) y beneficiarse del apoyo de los Imbonerakuras, la milicia del poder en vigor en Burundi. A este efecto una delegación de juventud del PPRD ha efectuado recientemente un viaje a Bujumbura en Burundi en fin de adquirir los contactos y estudios estratégicos necesarios, en común acuerdo con la dicha milicia. El signo que servirá de anunciar el comienzo de la ejecución de este plan será, entre otros, la nominación en los prójimos días, del general Charles Bisengimana en la cabeza del ejército del Congo FARDC.
Mientras tanto, en el terreno, algunos sujetos ruandeses continuarán con su movimiento de invasión en las infiltraciones masivas. Así, estos agentes del mal cambian su estrategia: No les es fácil cruzar por el itinerario habitual de Goma-Masisi-Lubero-Butembo-Beni para llegar a la base erigida en favor suyo a Boga y Tchabi, al sur de Ituri. Por eso, esta infiltración se ha buscado otro trayectoria. Actualmente, el ejército de Joseph Kabila, procedente de Ruanda y con el objetivo de la ocupación de la parte Este del país, transita por Masisi-Walikale-Lubutu-Kisangani-Niania. La ciudad de Niania se ha convertido en su punto de dispersión y organizada en diversas direcciones, pero con el mismo objetivo. Los unos se lanzan hacia Ituri y los otros hacia el Alto-Uélé; pero todos se sirven del mismo pretexto como nativos de Bukavu y que están buscando unas carreras mineras de explotación artesanal del oro.
Dentro de estos grupos de infiltrados, un equipo de 23 hombres fue descubierto en la carrera minera de Adumbi, a nivel de la señal Kilométrica 51 en la carretera de Isiro. Éstos han dado la información de que un grupo de 30 hombres están en camino y llegarán incesantemente. Han afirmado también que otros grupos les han adelantado y se encuentran ya en Bayenga, hacia la región de Wamba. Y entonces el movimiento de infiltración sigue adelante.
Sería necesario llamar la atención a la ciudad de Kigali que se está implicando de lleno en esta maniobra sucia que el exceso de su apoyo a Joseph Kabila es susceptible de asombrar el futuro de su país. En efecto, los congoleños, en el contexto actual, son extremadamente unidos en su determinación a defender su patria y la integridad de su país. ¿Cuantos ruandeses hacen falta para infiltrar en la RDC para pretender dominar a una población compuesta de más de 80 millones de personas? A lo mejor hubiera sido posible con 30 millones. Pero, ¿de dónde sacará este número? ¿Hace falta vaciar todo Ruanda de sus habitantes para conducir hacia la RDC un ejército capaz de apoyar a Joseph Kabila?
El tiempo lo dirá….
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