





Cinco mujeres y un bebé, retenidos largo tiempo por presuntos ADF, lograron providencialmente escapar de sus captores el viernes 20 de julio de 2018. Las circunstancias de su evasión fueron favorecidas por el programa que los asaltantes quienes, revistiéndose de identidad musulmana, organizan habitualmente cada viernes. Para este efecto, está prevista con frecuencia la participación obligatoria en el culto « d’Ijuma », hacia el mediodía, así como un ayuno que va de las 12 a las 15 horas. Con frecuencia, durante este tiempo, se relajan los dispositivos de seguridad y vigilancia.
Entre los testimonios recogidos de estos huidos podemos resaltar lo siguiente:
– Los rehenes son utilizados para transportar los botines de las diferentes incursiones llevadas a cabo por esos desalmados contra los civiles de la región, ya sea en sus localidades de residencia o en sus campos.
– Los presuntos ADF están en constante movilidad entre tres campos que mantienen en un radio de 25 kilómetros, a los lados del eje vial que lleva hacia Kamango, y su principal campo de acción está en la zona comprendida entre el eje vial de Kamango y el de Kasindi.
– En el maquis de los presuntos ADF habría diversidad de personas; sin embargo:
* La mayoría de entre ellos hablan la lengua Kinyarwanda. Estos últimos se componen de niños, mujeres y adultos.
* En segunda posición, en el plan numérico, vienen las personas que hablan Lingala y Swahili.
* En tercera posición se encuentran lo que hablan Kinande, son personas que, luego de ser secuestradas en los campos o las incursiones, son enroladas a la fuerza en las líneas de los combatientes degolladores.
– Un vehículo hace vueltas entre los campamentos de los presuntos ADF y la ciudad de Beni, para asegurar el aprovisionamiento en víveres, perneras, medicamentos y otros materiales que se necesitan en el maquis.
– Desde sus maquis, según sus telecomunicaciones, estos rebeldes están siempre en conexión con personas que les dan órdenes y orientan sus operaciones, a partir de la jerarquía militar de Beni, o sobre los campos de operaciones de Sokola, y algunas veces a partir de Kinshasa.
– Los campamentos de los presuntos ADF están siempre en radios que no se separan de las posiciones de las FARDC, de las que algunos elementos alternan con esos desalmados, de modo que las tropas gubernamentales podrían haberlos erradicado hace ya tiempo, si hubieran querido.
Sobre el plano de estos testimonios surgen varios interrogantes y sospechas:
– ¿Cómo unos « Lingalaphones y Swahiliphones » han podido encontarse en un maquis de rebeldes que se supone son ugandeses? ¿Quién los infiltró? ¿Cómo es que comparten las mismas zonas con las FARDC, sin ser inquietados por éstos? ¿Cómo unos elementos de las FARDC, considerados leales, pueden codearse pacíficamente con los rebeldes a quienes se suponen deberían perseguir?
– Tratándose de « rwandophones » que se encuentran en ese maquis, ¿cómo llegaron allí? ¿Por dónde pasarían para encontrarse masivamente sin que la oficialidad se preocupe?
De modo que las acusaciones que muestran a las FARDC y a las autoridades del país como estando en complicidad con los falsos ADF, fabricados para las necesidades políticas del régimen local, son siempre de actualidad.
Además habría que denunciar la mentira de las FARDC que, a través de las declaraciones del portavoz de la operación Sokola, pretenden haber liberado a los presentes ex-rehenes, después de duros combates contra los presuntos ADF. Ya que la verdad es que las 5 mujeres se liberaron ellas mismas por evasión y se presentaron después a las FARDC en una posición cercana a su detención.
KYAKIMWA MAUWA Jeanne d’Arc
Beni.
©Beni-Lubero Online.





