





DIÓCESIS DE BUTEMBO-BENI
B.P. 179 BUTEMBO
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UNIÓN DE SACERDOTES SECULARES
MENSAJE DEL CLERO DIOCESANO
« DEVUÉLVANNOS VIVOS A NUESTROS PADRES Charles KIPASA y Jean- Pierre AKILIMALI »
INDIGNACIÓN Y EXIGENCIA DE LIBERACIÓN
1. Nosotros, sacerdotes diocesanos de Butembo-Beni, que formamos la fraternidad sacerdotal de la diócesis, reunidos alrededor de nuestro obispo diocesano, a la salida de nuestro retiro anual, antes de regresar a nuestras parroquias y respectivas comunidades sacerdotales, queremos expresar nuestra profunda indignación frente al secuestro de nuestros hermanos Charles KIPASA y Jean Pierre AKILIMALI, en la noche del 16 de julio de 1917, hacia las 21 horas, en la parroquia María Reina de los Ángeles de Bunyuka, por unos inciviles, vestidos con uniforme militar. Exigimos su inmediata liberación sin condiciones.
2. Profundamente indignados por este acto odioso e innoble, que llega como remachar los clavos de nuestras heridas, no aún curadas, causadas por los asesinatos de los Padres Romain KAHINDO KYAVUYIRWE, Christian MBUSA BAKULENE, y el secuestro de nuestros tres hermanos Jean-Pierre NDULANI, Edmond KISUGHU y Anselme WASUKUNDI, hace ya casi cinco años, y el asesinato a sangre fría del Padre Vincent MACHOZI y de muchos de nuestros feligreses, denunciamos, al ejemplo de nuestros Padres los obispos, miembros de la CENCO, la virulencia de la inseguridad, marcada por incursiones nocturnas, agresiones con arma blanca y disparos, así como los asesinatos, robos y violaciones, que se llevan a cabo en nuestra zona, la resurgencia de grupos armados que, sin contar el número de muertos, provocan los desplazamientos de las poblaciones… Esos comportamientos desvalorizan la vida humana y desacralizan, tanto las personas como los lugares consagrados. ¡Esto es una profanación y un sacrilegio!
3. En consecuencia, en comunión con nuestro Obispo, Su Excelencia Monseñor SIKULI PALUKU Melchisédech, por su pronto mensaje del 17 de julio de 2017, en comunión con nuestra diócesis gemela de NOTO en Italia, en su mensaje de compasión del 18 de julio de 1917, en comunión con todos los sacerdotes, todos los religiosos y religiosas que trabajan en la diócesis y en mundo, en unión con todos nuestros feligreses, y en unión con la sociedad civil de Beni y de Butembo, con las autoridades político-administrativas y policiales de nuestro país, las asociaciones Yira del mundo entero y la Juventud Yira de Kinshasa, condenamos con la mayor energía a quienes han raptado a nuestros hermanos Charles Kipasa et Jean-Pierre Akilimali. Hacia ellos elevamos un grito que nos parte el alma: « ¡Demasiado es demsidao! ». Por eso exigimos que nos los devuelvan vivos. De rodillas ante Dios, y tomando la Historia como testigo, los confrontamos con sus responssabilidades, hacemos un llamado a su conciencia para que los Padres Charles Kipasa et Jean- Pierre Akilimali puedan seguir cumpliendo su misión pastoral.
4. Con fuerza nos apartamos de todos aquellos y aquellas que han elegido sembrar la cultura de la muerte y del terror en nuestro territorio en particular, y en toda nuestra sub-región en general. Les recordamos que tarde o temprano deberán rendir cuentas de sus fechorías. Que se acuerden de que ellos mismos deberán afrontar la muerte. Como la sangre de Abel (Gn 4: 10), la de estos inocentes derramada hasta ahora constituye un crimen contra la tierra y contra la nación congoleña « Erilolo lyeka » y, por consiguiente, se volverá contra ellos. Sobre esto, exigimos a los secuestradores que realicen que uno no se puede enriquecer al precio de la sangre humana. Todo hombre, en efecto, es una historia sagrada, y el hombre es la imagen de Dios (Gn 1: 26-27). La solución de la miseria congoleña no pasa por el kidnapping de sacerdotes. Que los secuestradores abandonen su libertad brutal y busquen su seguridad en la constitución congoleña que garantiza a cada uno el derecho a la vida.
5. Confiando en Dios, que es el único dueño de la vida y el Señor de la Historia, Él que ve todo y sabe todo, nos comprometemos de renovada forma a cumplir nuestra misión profética, santificadora, y de guías del pueblo de Dios. Como sacerdotes, y por ese mismo hecho, pastores y padres espirituales de nuestros feligreses, continuaremos, en colaboración con nuestros Padres los obispos, a anunciar, a tiempo y contra tiempo, la Buena Noticia de la salvación, y a fustigar todo comportamiento que trate de desfigurar la imagen de Dios en el hombre, a desnaturalizar la paz social, y a desacralizar la vida humana. Hacemos un llamado a los encargados de la seguridad de las personas y de sus bienes a una mayor vigilancia, con sentido de responsabilidad y patriotismo.
6. ¡Que por la intercesión de la Santísima Virgen María, Reina de la Paz y Madre del Perpetuo Socorro, Nuestro Señor Jesucristo nos conceda la gracia de encontrar vivos a nuestros hermanos los Padres Charles Kipasa et Jean- Pierre Akilimali; que la paz y la seguridad vuelvan por fin a nuestro país, a la RDC en general y a nuestra diócesis de Butembo-Beni en particular!
Dado en Bunyuka, el 22 de Julio de 2017
en la Fiesta de Santa María Magdalena,
Por el clero diocesano: Firmas adjuntas.
Signatures des prêtres séculiers
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