





El martes 17 de julio de 2018, el pueblo de Ituri, como toda la opinión pública congoleña, recibió la noticia de la inesperada muerte del coronel Angole Mbula Bovic, comandante segundo, encargado de las operaciones de información del Regimiento 3201º de las FARDC, con base en el territorio de Djugu. La responsabilidad del asesinato de ese valiente oficial de las FARDC se les atribuye hasta ahora a asaltantes no identificados. Por su parte, Benilubero On line se ha interesado por este asunto y no se ha dejado sumergir por especulaciones e informaciones presuntas, realizando su propia investigación, con el resultado siguiente:
1. El coronel Angole Mbula Bovic ha sido efectivamente muerto, fusilado a bordo del jeep que la transportaba de regreso a Bunia, con destino a su puesto de agregado, situado en el territorio de Djugu. La escena se desarrolló al borde del río Kpegbele que separa los pueblos de Pimbo y Pitso, en el sector delos walendu Djatsi, en el territorio de Djugu.
2. Sin embargo, los testigos locales afirman que no hubo ningún ataque contra el jeep que transportaba al coronel Angole y a sus guardias de protección, ni tampoco en el lugar de su asesinato en el momento de su muerte.
3. Se estableció que la víctima fue más bien abatida por personas que estaban situadas con él a bordo del jeep que le trasportaba, es decir que fue asesinado por sus mismos guardianes. Razón por la que éstos salieron sanos y salvos, excepto uno que se hizo un arañado para engañar.
4. Después de haber matado a su jefe, los guardianes hicieron ver que se habían salvado ellos al ocultarse en el monte, desde donde hicieron salvas de disparos hasta crear el pánico entre los habitantes vecinos, como si fuesen víctimas de un grupo de asaltantes.
5. Por otra parte, los campesinos interrogados a través del territorio de Djugu no dudan en expresar su decepción y su cólera contra las autoridades jerárquicas del coronel Angole, a quienes acusan abiertamente de ser las que ordenaron la muerte de ese valiente oficial que consintió tantos sacrificios para erradicar los asaltantes degolladores de civiles, que incendiaban sus casas en el territorio de Djugu desde el pasado mes de febrero.
6. Llevando más adelante las investigaciones, hacia el territorio de Irumu, se recogieron testimonios similares. El coronel Angole es reconocido como un héroe cuyo valor y entrega, lealtad y amor patrio, han hecho cesar unas masacres cuya amplitud, a partir de Djugu e Irumu, tendía a incendiar todo el Ituri. Todos los que lo conocían y que sabían de sus actuaciones en el Ituri, lo aclamaban con los mismos honores con los que fueron aplaudidos el coronel Mamadou y el general Bauma en el Nord-Kivu.
7. Fuentes cercanas al Estado Mayor de la 34ª Región Militar de las FARDC, en Bunia, han afirmado en forma anónima que la jerarquía política del país, por no decir la Presidencia de la República, estaba tan descontenta por el celo del coronel Angole que lo consideraba más bien un obstáculo al plan de masacres y de caos que se iba a poner en marche en el Ituri. Por eso el coronel Angole merecía la muerte, en el mismo sentido de la que se llevó al coronel Mamadou; una muerte programada y planificada. Todas las consignas para el asesinato se las habían dado a sus guardianes, a partir de la jerarquía militar basada en Bunia, antes de que iniciara el regreso hacia Djugu.
Es urgente que la justicia se ocupe seriamente de los guardianes huidos para conseguir toda la verdad sobre este odioso crimen. Pero a justo al título temen algunos que se monte un nuevo teatro con el proceso judicial por la muerte del coronel Mamadou, al recordar todo lo que hicieron para borrar cualquier posible huella, asesinando incluso al chofer que poseía lo esencial del secreto requerido por el tribunal.
El asesinato del coronel Angole es una gran traición para el pueblo del Ituri quien agradecerá los diferentes esfuerzos en favor del retorno de la seguridad en ciertas zonas que están entregadas a las masacres, pillajes y destrucciones malvadas. Cada individuo en el Ituri conoce sin ambigüedad las intenciones quiméricas del Presidente Kabila que quiere atraer el diluvio sobre esta provincia, como lo hizo ya para el gran Nord-Kivu. Se lanza un severo aviso a los diputados, operadores económicos y a cualquier otro actor que, por intereses egoístas, continúa tratando de multiplicar los crímenes contra los inocentes, so sólo en el Ituri, sino también en el Nord-Kivu, y a través de todo el país.
Esperemos que la muerte del coronel Angole no quede jamás impune, si no es bajo este calamitoso régimen, más pronto o más tarde, en esa nueva era que ya amanece en el horizonte.
ADIDI DIROKPA
Bunia.
©Beni-Lubero Online.





