





La granja Espoir de Kabasha desvela funestos secretos.
Los ataques continúan intensificándose contra las FARDC, el ejército del gobierno, en el radio de Kabasha, a una decena de kilómetros de Beni, sobre el eje que conduce a Butembo. La población que habita la zona invadida por la batalla se está desplazando para buscar asilo en las localidades vecinas. Pero la propaganda oficial debe dejar de dormir la opinión con una falsa pretensión afirmando que son actos de la coalición ADF et Mai-mai.
Un trio Kinshasa-Kigali-M23 está determinado a iniciar la guerra de la secesión del Este de país a partir de las zonas de Beni donde todos los pretextos necesarios están reunidos para cubrir y enmascarar la verdadera fisionomía de tal guerra. Las investigaciones de BLO han descubierto el juego que se lleva a cabo tras la cortina de masacres y de inseguridad recurrentes en la región de Beni. Joseph Kabila ha elegido dar plenos poderes a James Kabarebe para organizar un nuevo revés contra las fuerzas leales de las FARDC y la población del Este de la RDC. Desde Kigali, James Kabarebe permanece como el verdadero Ministro de Defensa de Joseph Kabila, quien es la cara oculta del poder de este último, y consiste en decimar los sueños (de la soberanía) de los congoleños.
Un congoleño originario de Masisi, que elegió domicilio en África del Sur, cuya identidad nos abstenemos de revelar inmediatamente, se convirtió en el candidato que deberá cargar con la responsabilidad política de la maquinación de Kabila y Kabarebe quienes, aterrados por la amenaza de Angola de poner orden político en Kinshasa (parando la fuga dictatorial de Joseph), tienen prisa por encontrar un tierra de abandono de Kabila junto a sus padrinos, quienes podrán apoyarlo para que continúe su reinado. Porque el objetivo es ayudar a Kabila a regresar e instalarse en el Este, bajo la sombrilla de los ruandeses (Hutus y Tutsis que emigran a la RDC), y de los ruandófonos congoleños (Banyamulenge y Banyabwisha, sensibilizados por Serufuli Ngayabaseka). Estas son las razones profundas de todas estas olas migratorias de desconocidos que se observan desde hace unos años con destino a Lubero, Beni, e Ituri.
El hijo de Masisi, convertido en el principal ejecutor de las órdenes de Kabila y Kabarebe, cayó providencialmente sobre un Mai-mai clásico Nande de Beni-Lubero, quien deberá en adelante llevar el gorro del sanguinario Richard Bisambaza. Sí, Lafontaine, el célebre patrón de los Mai-mai PARECO, transformado ahora en Unión de los Patriotas Congoleños por la Paz (UPCP es su sigla) ha sido inscrito en « la escuela de criminalidad » junto al coronel desertor Bisambaza, en Kampala, en Uganda, donde debe asumir la ideología de su nueva misión. Pero no estará solo como cara visible de una guerra que se inicia por Kabasha/Beni. Otros Mai-mai, de los ex-Vurondo del comandante Saperita (obrando bajo los auspicios de Kakolele, quien está igualmente en el exterior del país), ya están en obra, luego de haber recuperado para la circunstancia a numerosos criminales recientemente liberados de la prisión de Kangbayi en Beni. Hoy, esos que el gobierno congoleño identifica como Mai-mai en los frentes de Kabasha, son soldados fuertemente armados, y equipados con sofisticados equipos de comunicación, imposibles de hallar al alcance de los Mai-mai ordinarios conocidos en ese medio. Más aún, ¿quiénes serían verdaderamente esos Mai-mai con caras (morfología) de ruandeses o nilo-hamitas? Los testigos los observan bien…
Y en seno de la población civil, la máquina de desinformación la lleva la persona de Omar Kavota, el antiguo vice-coordinador de la sociedad civil del Nord-Kivu. La asociación CEPADHO que él dirige ha sido estimulada y sostenida por el poder local para efectos de encarnar los argumentos falaces del Presidente Kabila en su preocupación por ahogar a los autóctonos en el evento de las masacres de Beni; es por eso por lo que, durante el período de dichas masacres, hasta los ataques observados estos días en Kabasha, Kavota continúa desorientando deliberadamente las opiniones, insistiendo en que los autores de las tragedias son presuntos ADF, asociados a los Mai-mai. Sin embargo, hasta hoy, los presuntos Mai-mai y ADF caídos en el campo de batalla tienen, incluso en Kabasha (ayer y antier) la fisionomía de los ruandeses.
De hecho, hace ya mucho tiempo que BLO había denunciado el stockage secreto de armas, así como los acantonamientos clandestinos de tropas infiltradas, a nivel de la granja presidencial de Kabasha (Beni). Esta realidad fue la causa principal del ataque de los Mai-mai contra los soldados sospechosos, agrupados en esta granja, en agosto de 2016, al día siguiente de las masacres de Rwangoma, cuando hubo indicios que demostraban que un importante refuerzo de los matones provenía de dicha granja.
En este momento, cuando esos intrusos están iniciando realmente la guerra por Kabasha, la población local, la del Nord-Kivu o del Este todo entero, así como los congoleños en general, deberían estar muy vigilantes, para no volver a caer nunca más en el anzuelo. Estrategias suficientemente astutas son elaboradas para velar el proyecto colonialista de los invasores, entre otras, las siguientes:
– los argumentos preparados para justificar la nueva guerra de invasión son las reivindicaciones suculentas que pretenden reclamar la puesta en marcha de elecciones en el plazo exigido por los acuerdos políticos firmados estos días;
– existen tantas otras reivindicaciones de orden social que han sido la preocupación del pueblo en el dominio del desarrollo. Se pone todo por obra para atraer la simpatía de los congoleños « ordinarios » y sin visión crítica.
Sin embargo, no será menos que es Joseph Kabila quien da patrocinio al escenario de una nueva rebelión, que no es ni más ni menos que un teatro trágico, igual al que hizo en complicidad con los que se llamaron primero el CNDP, y luego el M23, cuya salida culminó con los acuerdos que despojaron a los verdaderos congoleños de todos sus intereses legítimos, para gratificar a extranjeros confiándoles desde entonces el control y la gestión de todos los patrimonios del país: recursos naturales, empresas públicas, ejércitos y servicios de seguridad, estatales, etc.
Así que lo que despunta en el horizonte se anuncia como lo peor de todo: despedazar el Estado y reducir a sus autóctonos a vasallos.
Kadima Yoshua Y.
« Se entiende así el grave peligro de cualquier extensión al poder de Joseph Kabila. Todo congoleño digno de este nombre debe rechazar cualquier forma de transición. En efecto, teniendo en cuenta lo que está sucediendo en Kivu-Ituri, cualquier transición más allá de diciembre de 2016 daría tiempo y recursos al gobierno congoleño, que es, obviamente, cómplice de la ocupación, en marcha, de Rwanda en Kivu-Ituri « (Padre Vincent Machozi, 19 de marzo de 2016 discurso por el que fue asesinado al día siguiente).
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