





El general Mukuntu, que preside la justicia militar establecida para juzgar a los ADF por los crímenes cometidos en Beni, hace oídos sordos a las acusaciones presentadas contra el general Mundos. Éste es invitado al tribunal no como acusado, sino únicamente en calidad de informante o testigo. Por el contrario, todos los que ayudaron a la opinión nacional e internacional a descubrir el secreto de los crímenes de Mundos son enviados a la justicia y presentados como autores de dichas masacres, en lugar de los auténticos verdaderos criminales, representados por es tristemente célebre general de las FARDC y sus colaboradores.
La justicia militar con sede en Beni para juzgar a los ADF y sus cómplices en las masacres de Beni acaba de coronar la cumbre de su maquinación contra los autóctonos de esa región. Todo lo que ahí ocurre es una comedia de mal gusto, deliberadamente puesta en escena por el gobierno congoleño, con el único fin de terminar con la evicción de los autóctonos con todo tipo de estrategias. Entre dichas estrategias, citemos de manera particular las masacres y la proliferación de la inseguridad socioeconómica, mediante el asedio, los secuestros, los asesinatos escogidos, el fenómeno kasuku, la destrucción de los caminos, la intimidación y el arresto de inocentes íntegros e incorruptibles, etc.

Las masacres de Beni son una realidad planificada y mantenida por el poder. El principal comandante de los criminales ha sido identificado con precisión en la persona del general Akili Muhindo, alias Mundos, del ejército regular del gobierno congoleño. Diferentes informes lo han probado y confirmado, cada uno a su manera, en la ocurrencia los de la sociedad civil de la región, de la comisión parlamentaria, de los investigadores de la ONU, sin perder de vista los innumerables testimonios de los que han escapado y de las familias de las víctimas.
Con fecha 13 de noviembre de 2017, las víctimas de las masacres de Beni han sido amargamente decepcionadas. Es el día en que escandalosamente el general Mundos, de muy mal recuerdo en la región de Beni, fue puesto en honor ante sus víctimas: el verdugo de un pueblo de 6 millones de habitantes ha sido investido como « héroe » y reforzado para que continúe con su sucia tarea, para la que el poder no logra encontrar otro ejecutor que pueda igualarlo.
La fórmula de reinstalación de Mundos para finiquitar las masacres de Beni sigue un esquema sencillo de la manera siguiente:
1/ Lavar a Mundos por la justicia misma:
– El general Mundos no podía regresar a Beni sin que la justicia le abriera el camino.
– Hubo que invitarlo entonces oficialmente ante un tribunal en ejecución, pero lástima, no como acusado, sino más bien con informante o testigo.
2/ Intimidar y reducir al silencio a las víctimas y a sus partidarios:
– Hubo que organizar amenazas dirigidas contra todos los testigos voluntarios que aportaron pruebas de los crímenes a cargo del general Mundos.
– El principal de estos testigos sigue siendo el señor Oscar quien, bastante antes ya de la muerte del Reverendo Padre Vincent Machozi, en marzo de 2016, había avisado a este último del hecho de que era una de las personas que había reclutado el general Mundos para actuar como ADF en las masacres de los autóctonos de Beni. Oscar fue invitado privadamente por el general Mukuntu la víspera de la comparecencia, el 13 de noviembre de 2017. En este encuentro secreto, Oscar fue amenazado y forzado a negar todos los testimonios que ya había dado a varios servicios de encuesta, entre los que figuran los de la ONU y BLO. También el 13 de noviembre último, Oscar ha hecho el mayor esfuerzo para emitir ante el tribunal declaraciones conformes a las exigencias del general Mukuntu.
– Paralelamente, todos los demás detentores de pruebas de los crímenes de Mundos que se mostraron irreductibles fueron transformados de oficio por el general Mukuntu en criminales. Es a ellos a quien la justicia militar de Beni va a poner como responsables de los crímenes cometidos por su verdugo (Mundos).
De aquí a entonces la justicia deberá presentarlos ipso facto ante el tribunal en calidad de acusados. Se trata, entre otros, de:
i- El señor Johnson, un testigo;
ii- La ONG CRDH (Centro de Investigación para los Derechos del Hombre), a través de su presidente nacional, señor Ngahangondi;
iii- El editor del periódico Rafiki, etc.
Durante toda la evolución del fenómeno de las masacres de Beni, han realizado puntualmente el monitoreo de los hechos, mostrando al mismo tiempo las pruebas de la responsabilidad y de los crímenes del general Mundos, así como de otros elementos corruptos de las FARDC, en la tragedia en curso. En resumen, todos estos testigos están amenazados de muerte y de prisión de por vida con el único fin de blanquear a Mundos de sus insoportables crímenes de lesa humanidad, cometidos al servicio del poder local.
3/ Reforzar al máximo la capacidad militar del general Mundos y su honor ante la opinión local:
– El general Mundos llegó a la sala de audiencias del tribunal militar de Beni bajo alta protección. Estaba acompañado de una escolta compuesta por siete jeeps militares, con honores que no eran sino una burla hacia quienes esperaban ver a la justicia ocuparse de él y juzgar sus crímenes.
– Su residencia fue transformada en un lugar digno de una personalidad de tanto honor.
– Mundos decidió reinstalarse en Boikene, en el área de los alrededores del difunto Nyamwisi Muvingi, donde instaló su cuartel general mejor equipado aún que el estado mayor del comandante de la operación Sokola 1. En efecto, el general Mundos se apoya sobre una logística personal de unos 25 vehículos militares y una guardia de cerca de 250 militares.
El terreno está bien preparado para que Mundos retome y lleve a cabo su misión criminal en Beni.
Como han podido ya darse cuenta, el general Mundos se ha asegurado bien de la voluntad del poder local para protegerlo hasta el final, exigiéndole que lleve a término el plan de masacres que le ha confiado. Luego del peso de las acusaciones que antes pesaban sobre él, el gobierno había engañado la vigilancia de la opinión pública enviándolo como comandante de la operación « chauve-souri » (murciélago) en Mambasa. Sin embargo, seguía siendo el principal supervisor de la evolución de las masacres en la región de Beni. Hoy, el poder local encuentra más que necesario reinstalarlo en Beni para que opere en profundidad.
La población local excusa de presentar pruebas contra el general Mundos. El régimen tiene ya todo en marcha para volverlo inocente. Ese tribunal no tendrá más que un mérito: revelar a la opinión pública, tanto nacional como internacional, la puesta en escena y las razones ocultas de ese proceso.
Sidonie KYAVANZIRE KAHINDO
Beni.
« Se entiende así el grave peligro de toda prolongación del poder de Joseph Kabila. Los congoleños dignos de este nombre deben rehusar toda forma de transición. En efecto, a la vista de lo que pasa en el Kivu-Ituri, toda transición más allá de Diciembre de 2016, daría tiempo y medios al gobierno congoleño que es, con toda evidencia, cómplice de la ocupación ruandesa del Kivu-Ituri en curso » (Padre Vincent Machozi, el 19 de Marzo de 2016, palabras que le costaron su asesinato al día siguiente).
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