





El llamado de la LUCHA para lanzar la manifestación que debe concluir con el abandono del poder por Kabila ha sido acogido con entusiasmo. La ciudad de Goma se ha hecho notar este 30 de octubre de 2017 con una fuerte iniciativa que los tiranos en el poder deberían tener en cuenta y pensarlo bien una y mil veces antes de iniciar la represión, a pesar de su naturaleza sanguinaria.
Por supuesto que el balance es muy importante, pero la historia de la humanidad nos enseña que no hubo jamás revolución liberadora y fructífera sin sacrificio por mínimo que fuese. De modo que se cuentan ya 9 muertos (de los que 2 son policías, 1 militar y 6 civiles), y 25 heridos (de los que 5 son agentes del orden, y 20 son civiles). La trágica escena de este 20 de octubre de 2017 se desarrolló en los barrios de Majengo y de Katoyi de la ciudad de Goma.
Es cierto que la memoria de estas ilustres víctimas será grabada para siempre en el repertorio de los héroes del pueblo congoleño cuya crónica conviene instaurar. Sin embargo, contrariamente a lo que dice el gobernador Julien Paluku en su twitter, nosotros no creemos que esos policías y militares que mezclan su sangre con la de nuestros mártires, ya que los policías y militares son incitados a masacrar a su hermanos que luchan por sus derechos, dichos policías y militares, decimos que no deben ser contados entre los héroes.
Sería interesante que nuestros policías y militares comprendiesen que deben cesar de ejecutar malas órdenes (tales como la represión y la masacre de los civiles que reivindican sus legítimos derechos), dadas además por autoridades ilegales, ya que todas ellas están ya fuera de mandato. ¿No les importa pues morir inútilmente al servicio de un régimen que los condena a ellos mismos a una indescriptible miseria? En efecto, es cierto que los tres agentes de las fuerzas del orden que fueron abatidos bajo la cólera de las masas habían sido enviados a matar a sus hermanos civiles sin haber dejado a sus respectivas familias ni ración alimenticia, ni gastos escolares, ni garantía alguna de subsistencia para sus pobres viudas y huérfanos.
Acaba pues de arrancar el tren, todas las provincias deberían agarrarse a él para no faltar a la noble cita de auto-liberación buscando el cambio. Los hombres políticos (el poder actual y la oposición) han demostrado su incapacidad y sus debilidades. Se termina por fin ahora la ingenuidad de creer que los discursos lanzados desde los salones climatizados de nuestros líderes políticos van a arrancar a Kabila del sillón presidencial. Hay que llevar la movilización a la calle por un compromiso efectivo de todos y cada uno: funcionarios, militares, policías, etc. Todos deben emplazarse tras el pueblo para lograr el cambio, la libertad y la democracia al precio de un inevitable sacrificio.
He aquí las pruebas del sacrificio del pueblo por su auto-liberación. Se desaconseja la visualización a las personas de corazón sensible:
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La salvación está cerca. Pero es necesaria la participación de cada uno.
¡Arriba congoleños!
Johnny MASTAJABU
Goma





