





Por enésima vez se han declarado violentos ataques este sábado 22 de septiembre de 2018 en el corazón de la ciudad de Beni. Este acontecimiento ha sido uno de los más violentos registrados desde el inicio del genocidio contra el pueblo Nande, constatado por Beni-lubero desde 2014. La tragedia se desarrolló desde las 18 horas hasta la media noche en los barrios de KASINGA, PAÏDA, KASANGA-PAIDA, KASABINYOLE, hasta el TCB MUPANDA, para quienes conozcan Beni.
El balance es muy pesado:
– Más de 20 civiles asesinados,
– Al menos 5 militares también muertos,
– Al menos 25 heridos civiles y militares provisionalmente contados,
– 4 casas incendiadas,
– Varios vehículos dañados que se hallaban en el TCB Mupanda,
– Varios pasantes heridos por las balas de los militares en fuga,
– Pillaje de varios bienes de valor por desconocidos con ocasión de los enfrentamientos,
– Varias personas desaparecidas y otras secuestradas por los asaltantes
¿Es este el modo como los civiles inocentes son entregados al exterminio por sus dirigentes que no cesan de alegar pretextos de soberanía del Estado para impedir la implicación de países externos y de buena voluntad que podrían ocuparse de la protección de los congoleños condenados a un fatal destino?
La autoridad guarda un silencio con toda evidencia culpable. Esta matanza es una prueba suficiente de que el poder local está determinado a llevar a cabo su plan terrorista, no solamente en Beni, sino también en el Ituri, y en el resto de la región al Este del país. ¿Podría haber otra interpretación de este tipo de obstinación? Hace sólo diez días luego que la MONUSCO ha dado la prueba total de la hipocresía del Gobierno congoleño en el genocidio deliberadamente organizado en Beni: cinco FARDC, haciendo el papel de ADF, han sido capturados en Ngandi, mientras que otros falsos ADF cayeron bajo el fuego de los cascos azules tanzanos de la Brigada de Intervención que trataban de socorrer a los civiles tomados en ristra por esos criminales oficiales en fecha del 10 de septiembre de 2018 en el radio de Ngandi-Mavivi.
Que sepa el mundo sin confusión de espíritu que en Beni no hay una guerra clásica; el presidente Kabila ha organizado a las FARDC para que combatan entre ellas, esforzándose en suprimir al mayor número posible de militares congoleños aún leales. Tampoco hay asaltantes ADF que dependan de la rebelión ugandesa masacrando en la ciudad de Beni y sus alrededores, o en las zonas rurales del territorio de ese mismo nombre. El gobierno congoleño, representado sobre el terreno por las autoridades político-administrativas y de seguridad, (policías, militares, y servicios de información) tiene el sádico placer de defender su poder con la planificación y la ejecución de puestas en escena verdaderamente diabólicas contra un pueblo inocente. Esta es la misión principal confiada a los responsables criminales que Kabila ha levantado a la cabeza del mando y a los puestos estratégicos del ejército, a partir de los últimos cambios por los que ha apartado, entre otros, al general Didier Etumba de su puesto para reemplazarlo por el asesino John Numbi. Muchos oficiales que se han distinguido por su aptitud para ejecutar este crimen organizado han sido gratificados. Tal es el caso del coronel Moyi quien, por haber funcionado bien en el plan de masacres de Beni desde sus primeras horas (2014), cuando era allí comandante del segundo sector, acaba de ser cornado como general por Kabila, y vuelve a Beni para acabar el trabajo emprendido.
Considerando la presencia de todas esas multitudes de tropas de las FARDC desplegadas en Beni, ¿qué tipo de enemigo podría aventurarse a sembrar el terror en el corazón de esta ciudad, si no es con la complicidad de aquellos que pretenden mantener la seguridad en ese medio? Jugar a la vez al bombero y al soplador, esa es la realidad que caracteriza al oficial congoleño en la tragedia de Beni. También el público debería olvidar su ilusión de creer que la auditoría militar organizará un tribunal para juzgar a los cuatro de las FARDC-ADF que han sido capturados en Ngandi el pasado 10 de septiembre por la MONUSCO. Esos buenos alumnos del régimen de Kabila merecerían, al contrario, la protección y la promoción en el mismo pie de igualdad que sus predecesores, tales como el general Mundos.
Así pues en Beni, lo mismo que en Djugu en el Ituri, es el mismo fenómeno y la realización de un mismo plan. Fuentes próximas al poder señalan a nuestra redacción que, después de este desdichado acontecimiento del 22 de septiembre de 2018 en Beni, hay un programa en curso para golpear también lo más violentamente posible a la ciudad de Bunia en pleno corazón, la capital de la provincia del Ituri. Es de este modo como la familia política en el poder en Kinshasa cuenta enturbiar la carta electoral y alcanzar sus objetivos. Mientras tanto, fuertes represalias estarían en preparación contra los contingentes tanzanos de la MONUSCO de la región de Beni, en guisa de venganza luego de la captura de las FARDC-ADF del 10/09/18, interpretada por Kinshasa como una traición en su contra.
Actualmente las investigaciones de Benilubero Online están trabajando para sondear las opiniones a través de este espacio, víctima del genocidio organizado por el Estado, a fin de conocer el tipo de reacción que preparan los autóctonos para poner fuera de causar más daño a este régimen que la comunidad internacional continúa contemplando con mirada complaciente. Pero de una, los resultados preliminares de este sondeo indican que cada población estima que el régimen de Kinshasa ha desbordado ampliamente el nivel de tolerancia. De ahí que habría lugar de prevenir a la opinión de un inminente levantamiento en la RDC, las primeras víctimas serían justamente los colaboradores del poder local que participan directamente sobre el terreno en las maniobras de dicho genocidio, así como los diputados que han abusado totalmente de la confianza del pueblo y traicionado a la Nación al continuar sosteniendo a este régimen terrorista. Ya que la población finalmente ha comprendido que no puede contar con las instancias nacionales ni internacionales para que se haga justicia en el contexto del momento. Todo el resultado de dicho sondeo será expuesto pronto en el momento oportuno.
Jeanne d’Arc Kahindo
Beni
©Beni-Lubero Online.





