





Colocado en Genocide des YIRA (Nandes) por BLO, el 24 de Diciembre de 2016
Una vista del pueblo de Mighovwe, al Sur de Lubero
Un balance muy pesado: 43 muertos (unos asesinados con machete, otros degollados), 141 heridos, y más de 580 casas incendiadas, en la noche del 21/12/2016. Ninguna edad a salvo: niños, mujeres, ancianos. La mayoría son Nande. El modo de operación es el adoptado por los degolladores de Beni.
¿Una venganza por las matanzas de Luhanga?
Los autores de esas matanzas de la noche del 21 están bien identificados: pertenecen a la milicia Nyatura que se consideran los dueños de los territorios de Rutshuru y de Masisi. A priori, esas masacres aparecen como una venganza, por los hutus muertos hace menos de un mes en Luhanga, en la noche del pasado 27 de Noviembre. Recordemos que pocas horas después de esos sucesos, la comunidad hutu, enseguida apoyada por las cadenas internacionales, había apuntado hacia los Mai-Mai Mazembe, considerada erróneamente como una milicia de la comunidad Yira (Nandes). Tras una encuesta, Benilubero está dispuesto a probar que esta milicia es, en realidad, una milicia mantenida y financiada por el mismo Kabila, a través de algunos dignatarios originarios del Nord-Kivu.
El objetivo es dar crédito a la tesis según la cual el pueblo Nande es tribal y genocida. Pero tras esta tesis se oculta en realidad la puesta en marcha de un plan de invasión del Grand-Nord por los refugiados hutus ruandeses, en especial las FDLR. Si conflictos hay, no es entre congoleños, sean Hutu o Nande. Es entre los autóctonos y los refugiados ruandeses, a los que se quisiera hacer pasar por congoleños, sin seguir las leyes del país, haciendo de ellos jefes costumbristas y expropiándoles las tierras a los autóctonos.
¿Quiénes son los Mai-Mai Nyantura, responsables de los crímenes en Bwalanda?
Esa Nyantura es una milicia del antiguo gobernador Eugène Serufuli Ngayabaseka, y actualemente ministro de Joseph Kabila. Se remontaba al 2002, y era presentada por Serufuli como una fuerza de autodefensa popular Hutu, financiada por una ONG llamada TDP (Todos por la Paz y el Desarrollo). Va a cambiar de nombre en 2010, para llamarse Mai-Mai Nyantura. Ocupan casi todo el territorio de Rutshuru. Su base se encuentra en el Binza, a unas decenas de kilómetros de Kisharo, en Vusesa y Nyamitwitwi, pasando por Mulembwe. Sobre el terreno, las FDLR constituyen su aliado principal. Contarían hoy con más de 6.000 combatientes. Su víctima principal es la etnia Nande. Se componen de varias bandas criminales, y son responsables de varios secuestros y masacres en Nyamilima, Kisharo, Ishasha, Nyakakoma, y las más espectaculares fueron sobre todo las de Buramba, en 2003, que costaron la vida a más de 379 Nande, y las de Binza, en 2015, donde más de 226 Nande fueron asesinados.
Esta alianza entre las milicias y el régimen hace que las masacres de los Hutu sean más protestadas y mediatizadas por los medios que las de los Nande.
Lo que no se dice de las masacres de los Yira (Nandes) en Bwalanda
Los medios presentaron enseguida esas masacres como una venganza de las matanzas de Luhanga.
Pero nadie prestó atención a los verdaderos motivos, presentados por los activistas de los Derechos Humanos y de las autoridades locales. Hay que comprender esas masacres en el contexto de las elecciones que van a tener lugar. Serefuli y sus padrinos quisieran que las elecciones tuvieran lugar cuando la etnia hutu fuera mayoritaria sobre el terreno, frente a los Hunde y a los Nande. Eso les daría todas las posibilidades de salir elegidos y de asentar su política en esos territorios, incluso en todo el Grand-Nord y en el Ituri. Las masacres de Beni tendrían el mismo motivo. Y nadie ignora que el Ituri cuenta hoy con más de 68.000 familias Hutu ruandesas, y antiguos refugiados en Tanzania. La mayoría han recibido ya la tarjeta electoral congoleña, y serán ciertamente electores en las próximas justas electorales. Sus voces contarán el doble y permitirán a los extranjeros acceder a los puestos de responsabilidad, y reclamar luego territorios « independientes ».
Una interpelación a los hombres políticos, sobre todo a nuestros hermanos y hermanas del Oeste de la RD del Congo
Los hombres políticos de la RDC deben aprender a conocer su país y a amarlo, si quieren un Congo único y próspero. Es inadmisible que ignoren las razones ocultas de los sufrimientos de los hijos e hijas de este país, y que su única ambición política sea la de compartir el poder.
No es en vano que la comunidad Nande ha exigido siempre una encuesta internacional e independiente para el Este de la RD del Congo. Y no hay que extrañarse de que el régimen siempre se haya opuesto.
El porvenir del país pasa por esta encuesta internacional e independiente, y la credibilidad de todo régimen dependerá del apoyo que le brinde a dicha encuesta. Los autores y sus cómplices, de cualquier obediencia que sean, deben ser presentados ante la Ley, y declarados excluidos de cualquier función o regalía del Estado.
« Se entiende así el grave peligro de toda prolongación del poder de Joseph Kabila. Los congoleños dignos de este nombre deben rehusar toda forma de transición. En efecto, a la vista de lo que pasa en el Kivu-Ituri, toda transición más allá de Diciembre de 2016, daría tiempo y medios al gobierno congoleño que es, con toda evidencia, cómplice de la ocupación ruandesa del Kivu-Ituri en curso » (Padre Vincent Machozi, el 19 de Marzo de 2016, palabras que le costaron su asesinato al día siguiente).
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