





Investigaciones cuidadosas llevadas a cabo por Benilubero Online están estableciendo progresivamente un lazo muy lógico entre las masacres del Ituri y las de Beni, y al mismo tiempo afirmando sin ningún riesgo de aberración que la tragedia del Ituri, tal como se ha vivido estos últimos días, no es sino la continuidad del terrorismo oficial que enluta el Nordeste y el centro del territorio de Beni desde hace que casi cuatro años.
El comando del río de sangre que fluye en el territorio de Djugu y en el de Beni lo lleva, en su ejecución una misma persona; es el oficial de las FARDC, ya denunciado muchas veces, el general Akili Muhindo, alias Mundos. Sin embargo, al querer operar esta vez en la sombra, ha conseguido, con la complicidad de la casa militar, a encontrar un sustituto que debe ejecutar la extensión de un plan de exterminación en el Ituri en la persona del mayor Marie-Paul.
¿Quién es Marie-Paul?
Este hombre que se convierte en legado del general Mundos en el Ituri es un ex-M23. Sin embargo en la época en que el M-23 operaba en calidad de una rebelión en el Nord-Kivu, Marie-Paul no era un agente militar; hacía parte simplemente de los cuadros civiles de eso movimiento político-militar rebelde. Después de la derrota del M-23, en noviembre de 2013, encontró asilo en Uganda, donde muchos refugiados congoleños dan testimonio de una prolongada estadía, entre otros sitios, en Kampala, y de su presencia activa en la red incansable de esta rebelión, a partir de los países de asilo, Uganda y Ruanda. Marie-Paul forma parte de esos ex-M23 que Kinshasa ha recuperado discretamente, después del mes de agosto de 2017, y que han sido reciclados para revestir uniformes de las FARDC y servir así al poder en la represión y las masacres de civiles. Benilubero Online ha tenido cuidado de describir en el momento oportuno a intención de la opinión pública su paso por la ciudad de Kisangani, así como su dotación.
En la actualidad Marie-Paul está instalado en su cualidad de mayor de las FARDC en Tchomia, en la orilla del lago Albert, en el territorio de Djugu, provincia del Ituri, con la misión de cumplir exactamente la tarea de la que el general Mundos asume la responsabilidad en Beni, es decir el encuadre de las masacres de civiles. Benilubero Online ha sido alertado por fuentes militares del Ejército congoleño del hecho de que el mayor mantiene una parte importante de responsabilidad en la actual tragedia en el territorio de Djugu en el Ituri. Por allí es por donde pasan los refuerzos humanos y materiales que provienen del borde de los montes Rwenzori y de los sitios de los inmigrados Hutu, instalados en las colectividades de Tchabi y de Boga, en territorio de Irumu, al sur del Ituri.
Las mismas fuentes insisten en que es a justo título que las masacres del Ituri están impregnando cada vez más las zonas vecinas a la banda costera del lago Albert, ya que al oriente, personalmente y directamente, el plan de estas masacres es dirigido a partir de su Estado Mayor establecido en Tchomia, exactamente en la misma zona del territorio de Djugu.
Así pues el mundo tiene una nueva experiencia de confirmación de dos datos esenciales en relación con las masacres que asolan el Beni-Ituri desde 2014, en la ocurrencia las alegaciones que dan cuenta de la participación activa de los elementos del M-23 en esta obra terrorista (luego de revestirse con la máscara de « presuntos ADF »), beneficiándose sin embargo de la cobertura del régimen local (que es el responsable de la obra), apoyándolos con la logística del ejército leal.
KATSHELEWA PIMAMINGI Thadée
Bunia
©Beni-Lubero Online.





