





La tragedia del Nord-Kivu está lejos de acabarse. En la mañana del 23 de noviembre de 2017 sonó el despertador de la pesadilla para los habitantes de Kibirizi, una localidad situada al noroeste del territorio de Rutshuru, en el Nord-Kivu. Los milicianos Nyatura se han apasionado degollando de la manera más cruel posible a seis personas. Las víctimas son, una vez más, exclusivamente miembros de la comunidad Nande, una prueba de que el genocidio iniciado contra el pueblo Yira-Nande no es en absoluto propio únicamente del espacio de Beni-Lubero, sino que se extiende por toda la región del Nord-Kivu con esos desbordamientos que se constatan en Rutshuru, en Masisi, en Nyiragongo e incluso en la ciudad de Goma.
Las víctimas del último caso son las siguientes:
1) Kanyere Kavugho Zawadi, 30 años;
2) Kasereka Maliro Jean-Marie, 43 años;
3) Kanyere Nelly Mukulumoja, 12 años;
4) Kahindo Kahalagi Henriette, 55 años;
5) Ngulu Matanda Faustin, 60 años; y una sexta persona cuyo nombre ha sido olvidado por la fuente informativa de BLO en Kibirizi.
Las imágenes de las masacres son horribles a la vista y demuestran claramente el alto grado de crueldad del genocidio en curso. Los espíritus sensibles no podrán resistir el choque de emoción que de ahí emana; sin embargo, si alguno se siente atraído por la curiosidad, hay moso de palpar la gravedad del crimen haciendo click sobre los vínculos siguientes:
Image à Kibirizi 1
Image à Kibirizi 2
Image à Kibirizi 3
¿Qué será de una nación transformada en carnicería humana? Sin embargo, los sedientos del poder toman placer provocando tales tragedias con todo tipo de estrategias como medio de reinar a la cabeza del país por el mayor tiempo posible. El pueblo congoleño debería sentirse solidario de tales sufrimientos y sacar las consecuencias que se imponen, en la ocurrencia levantándose unánimemente para detener la perennidad de tales dirigentes, sedientos de sangre inocente.
Julius Kapitula Kamwenge
Kiwanja
©Beni-Lubero Online.





