






Con base en las cuidadosas investigaciones en el seno de las FARDC, en medios próximos al M23 y sobre el terreno, con la ayuda de expertos militares de alta calidad y dignidad, BLO está decidido a afirmar la opinión de que el desastre de los helicópteros de combate de las FARDC el pasado fin de semana, tal como se anunció por fuentes militares, no es sino otro complot del poder contra la Nación congoleña y su Ejército.Se descubrió inmediatamente que incluso el aparato encontrado no había sido ni bombardeado, ni víctima de una falla técnica, sino estrellado contra el suelo intencionalmente de una manera brutal, a fin de provocar daños susceptibles de sostener la tesis de un impacto de bomba, con el objetivo de aportar a los rebeldes del M23 armas del gobierno congoleño, y utilizando los medios de dicho gobierno. Más aún, los miembros del equipo de nacionalidad rusa, aparentemente dados como desaparecidos, estarían a salvo en la actualidad junto al M23. ¿Serían mercenarios, o se trataría más bien de una estrategia de Kinshasa para implicar a Rusia en el problema congoleño?
¿Por qué un helicóptero abatido en pleno vuelo por los rebeldes, o caído súbitamente por una avería mientras volaba, no ha podido estrellarse golpeando el suelo con la punta de su cabina (ya que es así como se estrellan todos los aviones en caída libre)? ¿Por qué, sondeando la hipótesis del accidente, pudo este avión evitar todos los árboles cayendo sobre tierno prado? – Por otra parte, los indicios del descargue de materiales y armas y otros efectos militares son visibles del lado de la puerta abierta de los restos del aparato clavado en el suelo, dejando los pedazos todo alrededor. Es cierto que elementos del M23 provenientes de Uganda y de Ruanda se han infiltrado en la zona de Bunagana – Chanzu – Runyoni. Sin embargo esos elementos regresaron a sus bases sin llevarse las armas, así que surge otra pregunta sobre el origen de esas armas que podrían haberles permitido derribar todo un helicóptero de combate.
Fuentes militares anunciaron en Goma, con fecha 27 de Enero de 2017, el estrelle de dos helicópteros de combate del Ejército congoleño, FARDC, en el territorio de Rutshuru. Inicialmente, esas fuentes se han expresado en términos de hipótesis de accidente, antes de añadir inmediatamente que son los rebeldes del M23 quienes abatieron los dos aparatos. Según Radiookapi.net, dos oficiales de las FARDC y los tres miembros de la tripulación, de nacionalidad rusa, se salvarían con heridas nada más, sin ningún muerto. Finalmente, los restos de uno de los aparatos serán hallados en plena selva, no lejos de los límites de la vecina Ruanda. Es de ahí de donde provienen todos los datos que han permitido comprender el escenario que se montó alrededor de la pérdida de esos dos aviones de guerra del Ejército congoleño. El otro aparato, un helicóptero, permanecesin encontrar, lo mismo que su tripulación.
El extraño silencio de Kinshasa
En comparación con lo que ocurriría en cualquier país del mundo, un oficial congoleño, incluso el Presidente de la República o su primer ministro, deberían aparecer en la televisión dando un mensaje fuerte y emotivo, tanto para la nación como para la opinión extranjera, tras el « el ataque » rebelde que señalan las fuentes militares de Goma contra los dos helicópteros de las FARDC. Una reacción consecuente debería ser, entre otras: « un acto de guerra contra los presuntos rebeldes; el Presidente de la República aparecería en la televisión para dirigir un mensaje a la Nación; el Ejército sería puesto en alerta máxima y estaría bombardeando la zona donde se supone que se esconden los maquis de los rebeldes, la frontera entre la RD del Congo y Ruanda (que ha favorecido la infiltración de rebeldes) sería cerrada temporalmente, los partidos políticos y las asociaciones de movimientos ciudadanos estarían protestando en las calles, el embajador de Ruanda en Kinshasa sería invitado a explicarse sobre la proveniencia de los rebeldes del territorio ruandés, el embajador de la RDC en la ONU habría iniciado contactos para alertar al Consejo de Seguridad de la ONU, etc. »
¡Pero qué va! En Kinshasa se observa un silencio de total, como si se tratara de una banalidad cualquiera. Joseph Kabila se metió en el bolsillo a los buscadores puestos y de poder del Rassemblement de la oposición. Desafortunadamente, corren el riesgo de pagar muy caro su traición al pueblo, y se mantendrán en la ilusión ante un Joseph Kabila que no comparte nunca el poder con nadie.
Kabila sigue su juego. Ha decidido ocuparse personalmente de la reorganización de los rebeldes del M23, brindándoles toda clase de medios financieros, logísticos et técnicos. Mientras tanto, continúa alimentando la distracción para ganar el mayor tiempo posible con diálogos, y nunca firmará un acuerdo, a menos que todo sea arreglado para ganar más tiempo de reinado.
Jean-Luc Br.
Goma.
« Se entiende así el grave peligro de toda prolongación del poder de Joseph Kabila. Los congoleños dignos de este nombre deben rehusar toda forma de transición. En efecto, a la vista de lo que pasa en el Kivu-Ituri, toda transición más allá de Diciembre de 2016, daría tiempo y medios al gobierno congoleño que es, con toda evidencia, cómplice de la ocupación ruandesa del Kivu-Ituri en curso » (Padre VincentMachozi, el 19 de Marzo de 2016, palabras que le costaron su asesinato al día siguiente).
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