





« Todo lo que se está observando estos días como tragedia en la ciudad de Beni, incluso el reciente ataque, es sólo una sombra de las históricas masacres que preparan nuestras gentes contra los habitantes de esa ciudad y sus alrededores », nos confía por compasión a las fuentes de Benilubero Online un partisano de los degolladores de Beni. El asalto final de los enemigos de la paz para la ocupación de Beni, Oicha y sus alrededores no tendrá sino el plazo de unos pocos días. Quien describe esta escena en perspectiva define claramente los objetivos.
En concreto, la ciudad de Beni será atacada dentro de unos días y soportará atrocidades como jamás se han experimentado. El objetivo consiste en forzar a la población local a retirarse completamente de en medio. En realidad, los ocupantes de la ciudad que se aprestan a venir a tomar posesión de las propiedades de los autóctonos no están ya lejos; rodean la ciudad y son ellos quienes imponen desde hace algún tiempo una presión sin par por la atrocidades que caracterizan a las diferentes células de la comuna de Rwenzori, en la ciudad de Beni, precisamente en las áreas de Mayangose, Boikene, etc.
Para comprobar la veracidad de esta información, el interlocutor de nuestras fuentes (simpatizante de los degolladores) le pide a la opinión pública que constate que en nuestros días más del 70% de los habitantes de la comuna de Rwenzori ya han huido de sus dominios. El restante 30% serán pronto echados para abrir la puerta a los ocupantes que quieren hacer su apoyo en la ciudad de Beni.
¿Cuál es la estrategia que les asegurará el éxito a los degolladores en su invasión? Existen dos alas de degolladores que colaboran en el mismo plan. Ante todo están los grupos que viven en la selva, constituidos por familias enteras. Tienen la misión de intimidar y aterrorizar a la gente. Dan la impresión con frecuencia de que son los verdaderos atacantes, cuando llegan masivamente con machetes y otras armas blancas, para desviar la atención de los verdaderos matones, que están sin embargo en el seno del ejército oficial, las FARDC, con quienes comparten una sola y única consigna de operación. Son sobre todo elementos infiltrados en seno de las tropas de las FARDC que atacan y matan, mientras que los grupos que vienen de la selva (compuestos por hombres, mujeres y niños) intervienen sólo para pillar y saquear las casas, eliminando también a los que encuentran huyendo a su paso.
Otra aglomeración a la que acecha la misma amenaza es la ciudad de Oicha y sus alrededores. Hay que anotar que los degolladores han abandonado casi el fondo de sus maquis para tomar posiciones justamente en la periferia de Beni-ciudad y de la ciudad de Oicha. Ellos no consideran la presencia de la MONUSCO como un obstáculo ya que, dicen ellos, tienen todas las tácticas para dominarla, con tal que estén vigilantes, con el apoyo de sus cómplices infiltrados en las FARDC, vigilan todos los movimientos de la ONU en esta región. En caso de necesidad, planean empezar por atacar ante todo las bases de dichos cascos azules, sobre todo en el sector de Oicha-Mavivi.
En ese cuadro, dichos degolladores han tenido que crear nuevas zonas rojas, como sigue:
– eje Oicha – Beni – Mayangose – Semuliki
– eje Oicha – Mbau – Kamango
– eje Kasindi – Karuruma – Butembo (un ángulo de la muerte completamente nuevo que acaba de ser creado).
Numerosas tropas militares continúan atravesando hacia el Nord-Kivu con destino al gran Norte y al Ituri, con un doble objetivo, el de sostener ante todo a los degolladores en su plan final (la ocupación de las zonas amenazadas por las atrocidades), pero sobre todo el de dominar a las tropas ugandesas, si eventualmente éstas tratasen de manifestarse como un obstáculo en su movimiento de invasión y de ocupación del Nord-Kivu y del Ituri.
Con estos últimos asaltos que preparan los degolladores, sostenidos por Kinshasa, buscarán hacer una demostración de fuerza ocupando efectiva y abiertamente el terreno e instalando allí sus tropas y las familias que han emigrado de Ruanda hacia el gran Nord-Kivu y el Ituri. Cuentan con el apoyo de los principales focos de concentración de sus combatientes, tales como los que se acantonan actualmente en Rutshuru, al Sur de Lubero, en Beni y en el Ituri, disponiendo por todas partes de impresionantes stocks de armas, de municiones y de alimentos.
Muchas unidades de las FARDC que se despliegan estos días oficialmente en Beni y en el Ituri están destinadas más bien a apoyar la operación de los degolladores y ese plan de ocupación. Concretamente, tal es la misión asignada al Regimiento 341º de los comandos de las FARDC, formados por instructores chinos, que se despliegan en el radio de Mangboko y Mavivi en colaboración con la 32ª Brigada RR (Kwata brutal). Conviene resaltar que son los elementos de esas unidades de las FARDC los concernidos aquí, que han cedido las zonas de Madina a los ADF en el curso de este período que siguió a la muerte del general Lucien Bahuma que los había expulsado anteriormente. Es el mismo juego que tratan de hacer ahora en Oicha, en Mavivi, en Mayangose, etc. para forzar la caída de la ciudad de Beni entra las manos de los asaltantes degolladores.
¡Más que nunca la población de la ciudad de Beni y de la ciudad de Oicha están en peligro! Si no se hace nada inmediatamente, de aquí a algunos días, la ciudad de Beni quedará bajo el control de los terroristas despiadados del gobierno congoleño; todo eso al precio de un daño humano y material incalculable. ¡Socorro!
Jeanne d’Arc KAHINDO
Beni.
©Beni-Lubero Online.





